El microrrelato



¿Qué es un microrrelato? 
Los microcuentos son textos que narran historias de forma condensada. Sus dos condiciones indispensables son: que sea muy breve (menos de 200 palabras) y que impacte al lector. 

Los microrrelatos, también llamados microcuentos , minicuentos o hiperbreves, son relatos que narran historias de forma condensada. Los hay de muchos tipos y de variada extensión (una sola línea, 10, 20...)

A pesar de tener muy pocas palabras nos sugieren no pocas historias y disparan nuestra imaginación, un mundo de posibilidades que nace con esta literatura en miniatura.



BREVE ANTOLOGÍA DE MICROCUENTOS
                                             

   El hombre invisible
reflexion
Aquel hombre era invisible, 
pero nadie se percató de ello.

Gabriel Jiménez Emán

          


El espejo chino



Un campesino chino se fue a la ciudad para vender la cosecha de arroz y su mujer le pidió que no se olvidase de traerle un peine.

Después de vender su arroz en la ciudad, el campesino se reunió con unos compañeros, y bebieron y lo celebraron largamente. Después, un poco confuso, en el momento de regresar, se acordó de que su mujer le había pedido algo, pero ¿qué era? No lo podía recordar. Entonces compró en una tienda para mujeres lo primero que le llamó la atención: un espejo. Y regresó al pueblo.

Entregó el regalo a su mujer y se marchó a trabajar sus campos. La mujer se miró en el espejo y comenzó a llorar desconsoladamente. La madre le preguntó la razón de aquellas lágrimas.

La mujer le dio el espejo y le dijo:
-Mi marido ha traído a casa a otra mujer, joven y hermosa.
La madre cogió el espejo, lo miró y le dijo a su hija:
-No tienes de qué preocuparte, es una vieja.


Anónimo



La gorra 


Nadie logró dar con una explicación lógica para el sorprendente hecho, pero el día que Nando, el cartero del barrio, fue atropellado por un tranvía, iba vestido únicamente con su gorra.
        Kaveri

EL FINAL


El profesor Jones había trabajado en la teoría del tiempo a lo largo de muchos años. - He encontrado la ecuación clave -dijo un buen día a su hija-. El tiempo es un campo. La máquina que he fabricado puede manipular, e incluso invertir, dicho campo. Apretando un botón mientras hablaba, dijo: -Esto hará retroceder el tiempo el retroceder hará esto -dijo, hablaba mientras botón un apretando. campo dicho, invertir incluso e, manipular puede fabricado he que máquina la. Campo un es tiempo el. -Hija su a día buen un dijo-. Clave ecuación la encontrado he - Años muchos de largo lo a tiempo del teoría la en trabajado había Jones profesor el.

FINAL  EL


Fredric Brown



   Aquí van otros ejemplos:


        El vestido azul

Mensaje enviado a las 20:33:

¡Hola, Pablo! Siento que ayer no me vieras, pero sí que fui. Al final no me puse el vestido azul que te dije que me pondría. Me dio miedo no gustarte y decidí ir de incógnito. Lo siento, de verdad. Yo sí te vi a ti. Estabas sentado en un banco leyendo el periódico con la sudadera roja que dijiste que llevarías. Me gustaste mucho. En realidad, me arrepentí de no llevar el vestido azul...

Mensaje recibido a las 20:36:

Buenas, Paula… Siento decirte que el chico que te gustó no era yo. Al final también me asusté y no me puse la sudadera roja. Fue una maldita coincidencia que ese chico tuviera la misma sudadera que yo. Quizás era él quien tendría que haber conocido a la chica del vestido azul… Espero que sigamos siendo amigos. Un fuerte abrazo…

Paula ha cerrado sesión..
Sonia Caballero


Una parte de mí

Jamás hubiera imaginado la vida sin ti. Mientras estuviste conmigo todo resultaba más fácil, mucho más fácil. Siempre pasa lo mismo, nos damos cuenta de lo que tenemos, cuando lo hemos perdido. 
Echo de menos tu gran ayuda con los niños, en la cocina, en las cosas de la casa, leyendo el periódico… Ahora es distinto, al principio no podía asimilarlo. Recuerdo al psicólogo diciéndome que debía superar la tristeza y adaptarme a la nueva situación. ¡Qué difícil reto! 
Ya ha pasado casi un año y nuevas esperanzas se abren para mí, he superado hasta donde se puede superar y aunque no te podrá reemplazar, sé que me ayudará mucho. A partir de la semana que viene comenzaré a realizar los ejercicios necesarios para adaptarme a mi nueva mano. Es metálica y fría, pero me dará oportunidades que creía descartadas desde aquel accidente de moto.. 
María Santos

Mi primera vez

Anoche fue mi primera vez. Debería estar muy contento, pero no lo estoy. Esperaba mucho más de ese momento. Fallé. No supe elegir a la persona adecuada. Ella reunía los requisitos que yo buscaba, me encargué de hacer una buena selección a través del periódico. Pero no acerté. Desde luego, todo estaba muy bien preparado. No se me olvidó ningún detalle para que todo saliese a la perfección. Pero ella se mostró demasiado nerviosa. No colaboraba. Yo sólo le pedía que se dejara llevar. Quería disfrutar al máximo de mi primera vez. Pero no salió bien. Ahora ya no vale lamentarse. Mi primera vez se quedó allí, anoche, con un sabor agridulce. Pero ahora ya sé que esa sensación me gusta, que lo volveré a hacer. Sí, sin ninguna duda. Lo haré más veces. Volveré a matar. Y esa vez, será perfecto.. 

Mª Dolores Ferrando 


Gemelos

Nunca le perdoné a mi hermano gemelo que me abandonara durante siete minutos en la barriga de mamá, y me dejara allí, solo, aterrorizado en la oscuridad, flotando como un astronauta en aquel líquido viscoso, y oyendo al otro lado cómo a él se lo comían a besos. Fueron los siete minutos más largos de mi vida, y los que a la postre determinarían que mi hermano fuera el primogénito y el favorito de mamá. Desde entonces salía antes que Pablo de todos los sitios: de la habitación, de casa, del colegio, de misa, del cine -aunque ello me costara el final de la película. Un día me distraje y mi hermano salió antes que yo a la calle, y mientras me miraba con aquella sonrisa adorable, un coche se lo llevó por delante. Recuerdo que mi madre, al oír el golpe, salió de la casa y pasó ante mí corriendo y gritando mi nombre, con los brazos extendidos hacia el cadáver de mi hermano. Yo nunca la saqué del error.



AHORA te toca a ti escribir tu propio microrrelatoSólo dos condiciones: la primera que tenga menos de 140 palabras y la segunda, que debe contener la frase...

"Quien tenga algo que decir que hable ahora o calle para siempre".


Entrégamelo en el POU y tienes una semana de tiempo.


Aquí van algunos ejemplos...


…QSHT… 

Si alguien tiene algo que decir, que hable ahora o calle para siempre. Y yo me levanté y dije: “Si no hacemos algo nuestros enemigos acabarán con nosotros y jamás podremos gobernar el mundo… ¡Debemos actuar y aniquilarlos” El general Ryan asintió, aceptó mi propuesta y ordenó: “Todos a sus puestos! Oficial Action Man, dé usted la señal de ataque”.
Retrocedí a mi posición, cogí el walkie Talkie: “..qsht… Alfa uno, ¿me recibe? … qsht…”, “qsht… Sí señor, estamos listos para la señal, cambio y corto… qsht”.
Los soldados enemigos estaban cada vez más cerca… ya se escuchaban sus pasos… 3… “¡Armas fuera! “… 2…” ¡Apunten! … 1…¡ Y llegó Spiderman!…
“Un momento… pero qué haces aquí enano, ¡sal de aquí! ¡Mamá, el enano no me deja jugar en paz!

Antonio Rodríguez


La boda de mis compañeros de piso

Quien tenga algo que decir que hable ahora o calle para siempre. Yo me levanté y dije unas palabras a la pareja:

-Lleváis mucho tiempo juntos. Me acuerdo de cuando os visteis por primera vez. Yo estaba contigo, y vi cómo os mirasteis.
La mirabas como nunca habías mirado a nadie, tú ya vivías conmigo y por extrañas circunstancias, ella vino a vivir aquí también.

Ella era muy callada, y tú… bueno, tú siempre molestabas a los vecinos que se quejaban por el ruido. Pero hoy estamos aquí y yo estoy viendo cómo os casáis. Sólo me queda decir una cosa: "¡Mis perros se casan!".
Pablo López


Sesenta segundos

“Quien tenga algo que decir que hable ahora o calle para siempre”, dijo alguien con la cara tapada y con una pistola en la mano. Las cinco personas que estábamos maniatadas en la sala de estar, empezamos a llorar después de que, uno de los enmascarados, cogiera a mi tía del brazo y se la llevara a otra habitación. En ese momento, una gota de sudor recorrió toda mi cara y miedosa dije:
-        Sí, yo tengo algo que decir.
Los tres encapuchados se giraron y gritaron:
-        ¿Qué tienes que decir muchacha?
Tragando saliva y con la voz temblorosa les susurré en voz baja…
-        ¡Corteeen!
En ese momento no tenía que decir nada, pero me puse tanto en el papel… que sentí miedo ¿Cuándo acabará esta maldita película?
-        Toma cuatro. -dijo el director en cólera.


Misterio en el aula

Quien tenga algo que decir que hable ahora o calle para siempre. - dijo la profesora a sus alumnos al enterarse que uno de ellos había roto el ordenador de la clase.
- ¿Quién ha sido? Preguntó la maestra enfadada.
Todos los niños estaban en silencio. El culpable no quería salir.
-Vamos a hacer una cosa. -dijo la profesora cansada de esperar. Tenéis hasta mañana por la mañana para que salga el culpable, si mañana no sale el infractor, empezaré a investigarlo yo y si lo descubro... el responsable tendrá un problema. Al día siguiente al llegar la maestra a clase se encontró con un papel encima de su mesa y en él estaba escrito a ordenador: “He sido YO”.



Incómoda noche

Quien tenga algo que decir que hable ahora o calle para siempre,- dijo Marta después de las incómodas preguntas que hizo Pablo.
Era una noche de verano y unos cuantos chicos del pueblo habían quedado para ir a dormir juntos en el bosque. Todo iba bien hasta que a Lucía se le ocurrió la idea de jugar a verdad o reto. Lo propuso enérgicamente y a todos les pareció bien; hasta que Pablo, muy chistoso dijo a Celia las palabras más incómodas de la noche:
- ¿Te gustó? ¿Estuvo bien? ¿Te mareaste o no?¿Cuánto duró? -le preguntaba ansioso Pablo
- Me encantó. Duró poco, pero fue increíble. - le contestó Celia entusiasmada.
- Pues la próxima vez nos venimos contigo a las atracciones de Málaga.- manifestó él.



El último baño

Después de un día nublado en casa, me fui con mi tío y mi sobrino a un pequeño barco, sucio y lleno de latas. Nos miramos con cara de decepción y el marinero dijo:
-Quien tenga algo que decir que hable ahora o calle para siempre. Nadie dijo nada y subimos a la barca. Diez minutos más tarde, que a mí se me hicieron eternos, lo pude sacar del agua. Le faltaba aire y tenía sangre en un ojo. Rápidamente rogué al capitán  que nos acercase hasta el embarcadero. Immediatamente y sin vacilar, lo subí al coche y lo tapé con un pequeño mantel blanco que muy pronto quedó empapado de color rojo. Cuando llegué a casa, lo acomodé suavemente en la mesa de la cocina y …le corté la cabeza. Seguidamente le quité el anzuelo.





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